La molesta y antiestética papada es algo que aparece por tres razones principales: sobrepeso, edad y herencia. A diferencia de lo que normalmente se piensa, no solo las personas con obesidad pueden tener hinchazón y flacidez en esta zona. Existen tres formas muy efectivas de deshacernos de ella. La primera es pasar por una cirugía en la que se remueve el exceso de grasa y de piel. La segunda es inyectar alguna sustancia capaz de acelerar la quema del tejido adiposo, y la tercera es combinar una serie de ejercicios reafirmantes, con masajes de drenaje y una buena alimentación. Así que si no quieres pasar por el quirófano o gastar miles de pesos en inyecciones, te recomendamos que intentes eliminar la papada de manera natural y en la comodidad de tu hogar. Solo necesitarás constancia y paciencia y podrás comenzar a ver resultados en cuestión de semanas.
1. Técnica de masaje reductivo para la papada
Te recomendamos que hagas este automasaje todos los días como parte de tu rutina de cuidado de la piel. Vas a necesitar algunas gotas del aceite de tu preferencia para que los movimientos puedan resbalar sin generar fricción. Te recomendamos que utilices aceite de jojoba, aguacate o incluso aceite de vitamina E.
Lava perfectamente tus manos y tu rostro antes de comenzar, lubrica bien con el aceite tus manos, la zona del cuello, la papada y las mejillas y sigue estos pasos:
Primer movimiento: El objetivo principal de este masaje es activar el sistema linfático y permitir que el exceso acumulado de líquido y tejido adiposo pueda drenarse. Por ello, lo primero que haremos será estimular suavemente los ganglios que van de la parte de atrás de las orejas a la clavícula, con movimientos lentos y circulares de las yemas de los dedos, siempre de arriba hacia abajo. Mantén este movimiento unos treinta segundos.
Segundo movimiento: Coloca tus pulgares detrás de tu barbilla, como si quisieras enganchar la mandíbula hacia adelante. Siguiendo el contorno del hueso, y siempre presionando hacia arriba y hacia adelante, con firmeza pero sin lastimar, desliza las yemas de tus pulgares hasta la zona en que se une el maxilar al cráneo, cerca de las orejas.
Tercer movimiento: Justo en donde terminaste el movimiento con los pulgares, coloca las yemas de tus otros cuatro dedos y haz un movimiento descendente, lento y firme hasta las clavículas.
Repite siete veces el segundo y tercer movimiento. Lo que estás haciendo es movilizar las toxinas y exceso de líquidos retenidos en el tejido, y los estás llevando por el camino natural de desecho de los ganglios linfáticos.
Cuarto movimiento: coloca el pulgar derecho debajo de tu barbilla, a la altura de la comisura de la boca, y haz un movimiento firme de “barrido” hasta el otro lado de la barbilla. Repite siete veces en la misma dirección, y luego exactamente al revés.
Quinto movimiento: Desliza las yemas de los dedos desde las orejas hasta la clavícula nuevamente. Repite tres veces de cada lado.
Sexto movimiento: Con la yema del pulgar detrás del hueso de la barbilla, aprisiona el contorno de la mandíbula por encima con el índice, como si hicieras una pinza, y ve presionando con suaves movimientos en semicírculos todo el contorno hasta llegar a la oreja. Nuevamente, finaliza el movimiento con drenaje hacia la clavícula.
Séptimo movimiento: Para finalizar, activa la circulación de la zona con suaves pellizcos desde la papada hasta la mejillas. No estires la piel hacia afuera, simplemente estimula la dermis con presiones siempre en sentido hacia las orejas. Finaliza con un último drenaje linfático.
2. Ejercicios para eliminar la papada
Para complementar tu masaje reafirmante y reductivo, realiza estos ejercicios dos veces al día:
Sonrisa exagerada: Cuando sonreímos naturalmente, normalmente usamos los músculos de toda la cara. En este caso, vas a tratar de sólo sonreír con la boca, de manera exagerada. Sentirás la fuerza de los músculos de la barbilla. Sostén cinco segundos y afloja. Repite diez veces.
Besar el techo: Tal y como su nombre lo indica, este ejercicio consiste simplemente en levantar el rostro y fruncir los labios como si quisiéramos besar el techo. Sentirás de inmediato cómo toda la piel de la papada se tensa. Sostén por cinco segundos, afloja, y repite diez veces.
Lengua pegada al paladar: Este es un ejercicio que debes hacer cada vez que te acuerdes, y eventualmente lo estarás manteniendo de forma automática. Simplemente pega la lengua al paladar, verás como inmediatamente la papada se reduce un poco.
3. Otros consejos para ayudar a eliminar la papada
Obviamente, la alimentación es prioritaria. Si batallas mucho con la papada, trata de disminuir los carbohidratos y las grasas, y toma mucha agua. También procura hacer ejercicio moderado a intenso al menos cuatro días a la semana.
Por otro lado, los tratamientos de vitamina E y colágeno pueden ayudarte a evitar la flacidez de la piel a medida que la grasa va disminuyendo en esa zona.
En nuestro Zen Blog nos encanta darte los mejores tips para que te sientas de maravilla por dentro y por fuera. Recuerda que si lo que quieres es lucir un óvalo facial definido, no hay soluciones mágicas. Debes ser constante y cuidar de tu salud de manera integral. Esa es la mejor forma de lucir siempre la mejor versión de ti.